Está demostrado que los meses de septiembre –por el comienzo del curso lectivo- y de enero –por la llegada del nuevo año-, son los periodos más comunes para que surja en nosotros el deseo de renovarnos y plantearnos metas que impulsen nuestra vida personal y profesional.
Los propósitos de Año Nuevo van desde aplicar hábitos saludables en nuestra vida (alimentación, ejercicio físico, disponer de más tiempo libre) hasta retos personales (hacer un viaje, aprender un idioma, etc.). Sin embargo, hay un propósito que, aunque muchas veces no recibe la atención que merece, puede transformar significativamente nuestras vidas: invertir en nuestra formación.
La formación es un motor de cambio
Formamos parte de un mundo cambiante, en constante evolución en muchos ámbitos: tecnológico, productos y servicios, mercado laboral, etc.; y en ese contexto, la formación no es sólo una herramienta para mantenerse actualizado, sino un camino para abrir nuevas puertas, incluso en destrezas en las que no estamos todavía especializados. Incluir el aprendizaje continuo como parte de los propósitos de Año Nuevo es una decisión que en el medio y largo plazo puede repercutir positivamente en nuestra vida.
Por ejemplo, ampliar nuestras habilidades puede ayudarnos a destacar en el ámbito laboral. Sin duda, en un mercado competitivo como lo es el laboral, aquellos que demuestran iniciativa y compromiso con su desarrollo personal tienen mayores oportunidades de acceder a mejores empleos, a promocionar o incluso a abordar proyectos propios mediante el emprendimiento.
Asimismo, la adquisición de conocimientos no solo beneficiará nuestra vida profesional, sino que seguramente incrementará nuestra autoestima, fomentará nuestra creatividad y nos ayudará a enfrentar los retos con mayor confianza.
Un consejo: propósitos concretos y alcanzables
Como cualquier objetivo, desde ATO Formación recomendamos que los propósitos relacionados con la formación sean precisos y realistas, para no incurrir en el desánimo en caso de no poder llegar a alcanzarlos.
“Quiero aprender una materia nueva” quizás no sea lo más efectivo, pero si decimos “quiero hacer un curso de ciberseguridad durante el primer trimestre del año, para aplicarlo en mi trabajo”, podremos facilitar el seguimiento de nuestros avances, y también nos motivará a comprometernos con nuestro aprendizaje.
Actualmente, la formación es accesible a todo el mundo, independientemente de variables como la edad, capacidades, e incluso nivel adquisitivo. Y no por ello debe estar exenta de calidad y compromiso por parte del centro formador. Gran parte de la formación que impartimos desde ATO es gratuita para los alumnos, y contamos con los mejores profesores en cada disciplina. En ATO Formación llevamos comprometidos con nuestros alumnos desde hace más de 30 años, y son ya miles los que durante ese tiempo han pasado por nuestras aulas con óptimos resultados.
Por ello, en nuestro centro vamos a comenzar el 2025 con fuerza, impartiendo cursos tanto en modalidad de teleformación como en presencial. En concreto, tenemos previsto comenzar próximamente los siguientes:
- Presenciales: certificados de profesionalidad:
- Actividades administrativas en la relación con el cliente
- Gestión de residuos urbanos e industriales
- Operaciones auxiliares de montaje y mantenimiento de sistemas microinformáticos
- Actividades auxiliares de comercio
- Asistencia en la gestión de procedimientos tributarios
- Teleformación:
- MS Office 365
- Google Workspace
- Ciberseguridad en entornos profesionales
- MS Power Bi
No obstante, tenemos reservadas nuevas sorpresas en los próximos días, de manera que nuestra mejor recomendación para el Año Nuevo es estar atentos a nuestra web www.academiaato.com, y seguirnos en nuestras redes sociales en Facebook, X e Instagram.